Hace unos días presenté un proyecto de ley que modifica el Código Nacional Electoral, e
incorpora una serie delitos relacionados con los actos
electorales, para evitar el fraude durante los comicios.
Lo hice porque creo que en las últimas elecciones reaparecieron
con fuerza, algunas de las prácticas de fraude más denigrantes, tanto a nivel
nacional como en algunas provincias. Estos delitos son de una gravedad extrema,
pues atentan directamente contra el corazón de la democracia, que tanto
esfuerzo nos ha costado retomar en nuestro país: la expresión de la voluntad
popular a través del voto.